Rodrigo Fernety es un escritor de 21 años de edad, residente de Lima, Perú. Autor de Love After Cry, Listo para el Arrepentimiento, Holograma y Watercolor Pain. Se dedica a la poesía en prosa y narrativa, nos complace presentar el poema «Un amor completamente sencillo».
Un amor completamente sencillo
Me hablas y entre pasos describes cómo te gusta que te quieran,
lo que esperas y encaja en tu corazón.
Tengo suerte de que te importe,
de que me detengas un momento y regularices el clima de mi corazón,
tapando mis inconsistentes vacíos
de mis miedos a perderte,
que ojalá quererte no caiga en nada menos.
Sé que he demorado en encontrarte y verte feliz, tal como yo quiero, porque necesitaba reclamar esa maltratada tristeza y apropiarme de esa confundida culpa tuya.
Necesito aparentar no estar tan destruido ni tan arrepentido al besarte por primera vez, porque tienes en posesión aquellas miradas que siempre vuelven a desearme y esa buena costumbre para que siempre nos espere el amor.
Provocas en mí, tener ganas de hallarte
y empezar desde hoy con el misterio que aun tienes de vida,
porque, a base de sospechas, eres esa sensación inolvidable,
que me enseña que eres todo lo contrario de lo que he aprendido.
Estaba insatisfecho de ofrecer y de enseñar,
para recrear aquel mismo sentimiento de un primer amor.
Estaba cansado de estar rodeado de personas que en pocos días ya no me tomaban en cuenta, sin estar ausente, porque todo lo que merecía era la indiferencia.
Antes de ti, estaba inquieto de solo tener mediocres amores que solo apretaban mi suerte como si ya no fuese vulnerable a lo peor de la vida y de no saber nada respecto a ti.
Me interesa esa pasión que va entre esa sonrisa tuya,
que con sinceridad
me atrevería a justificar mi existir con apenas tus besos a medianoche,
con ese permiso que tenemos de ser cómplices
y callando entre todos que siempre te necesito a solas.
Estimulas mi necesidad de hacerte feliz,
de repetirte durante años y de espiarte a fondo
para reconocer quién de los dos se enamoró primero.
Ojalá no sea momentáneo lo que he empezado a sentir, porque estoy empezando a confesar que contigo encontré un milagro abandonado que nadie quiso encontrar, porque el dolor es un ensayo que nos acerca a la muerte y muy probablemente en algunos momentos te sentiré distante, que quisiera insistir para no permitir que el olvido estalle.
Provocas en mí, tener ganas de hallarte
y empezar desde hoy con el misterio que aun tienes de vida.
Necesito lograr curar esa mala costumbre mía de detener con fuerza la tristeza, porque afortunadamente recién te estoy conociendo e inconscientemente estoy comenzando a cruzar lo que me diste de confianza, pidiéndote una nueva historia para detener esa búsqueda interminable de amor que solo nos trae torturas.
Déjame decirte que ya no somos inocentes de la mala y buena época, porque ahora el mundo considera otros problemas menos a nosotros.
Todo está por ti y todo permanece, mientras que yo estuve creyendo de más, alucinando que podía ser capaz de poner fechas, de extrañarte o volverte a ver, tratando de justificar una dirección más hacia ti.
Si me encuentro en esta situación, discúlpame si por apresurarme nos quedamos sin principio, que doy lástima y sufriré por eso.
Lo siento si no tuve tacto, no quería negar que te quiero, pero mi crimen fue estar pensando si estas huellas que dejaste en mis recuerdos completarían nuestros permanentes aciertos y completos malentendidos.
Sin importar mi reacción, dime si las dramáticas obsesiones que dices que tengo son solo tú.
Quiero que sepas que seré capaz de reclamarte, si en algún momento la lluvia nos ve llorar por hablar de todo lo que nos importó callar y quedamos a oscuras.
Seré constante y exacto contigo,
no importa si en algún momento te encuentras distinto,
solo dame signos, señales o indicios
de que ya no das para más,
que yo siempre estaré entre líneas,
listo para reponerte con buenas memorias,
buenas amanecidas y un amor completamente sencillo.